GREMIALES - Acuerdos logrados

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15 Enero 2010

SUTPA acompaña a los que hacen camino al andar…

El gremio estuvo presente en el fabuloso acto de Moyano
en Vélez

Ningún sector social de la Argentina puede protagonizar hoy una fiesta popular como la que vivieron más de 75 mil trabajadores el pasado martes 15. Era el Día del Camionero, un gremio hermano de SUTPA, y hacia allí fuimos. La postal del estadio de Vélez, colmado como pocas veces en su historia, es el mejor ejemplo de la contundencia de una organización que bajo la conducción de su líder Hugo Moyano trasciende lo meramente sindical.

Quienes pertenecemos al sindicato de empleados de peajes quisimos estar presentes junto al conductor de la CGT y la familia camionera porque con hechos concretos y tangibles demuestra día a día lo que es capaz de conseguir el trabajador cuando se organiza en torno a su estructura gremial. El eje fundamental de la convocatoria estaba en la simbólica inauguración del Sanatorio Antártida, un hospital sindical que por estar dotado de la más alta tecnología pasa a ser, desde ahora, el más importante de toda América Latina.

 

A esta impresionante obra edilicia que llevaron adelante nuestros compañeros camioneros se suman los paradores que le darán dignidad a la hora del descanso; los hoteles y centros turísticos que pondrán al alcance de esa gran familia el lugar que necesitan para su descanso y recreación; la creación de una compañía de seguros propia del sindicato; y el lanzamiento del Camión Club Argentino a semejanza del Automóvil Club, entre otras conquistas.

En épocas donde abundan los discursos destructivos, Moyano solo habló de obras para los trabajadores. ¿Saben por qué? Porque es un líder natural que viene no sólo a reivindicarlos como seres humanos dignos sino además porque los convoca para la alta misión que significa recrear ese gran movimiento que va en busca del país de la Justicia Social.  Por eso, en las obras y en el lenguaje llano y directo de Moyano está el espíritu de un tiempo que fue y será de los trabajadores. El tiempo de un pueblo, el de la parte más vital de una sociedad; es decir, el movimiento obrero.

Liniers fue testigo de la masiva afluencia de trabajadores que desde todos los puntos cardinales arribaron al lugar con la felicidad de saberse protagonistas de un momento y una jornada históricas. Verde y blanco por todas partes. Como si fueran ríos de multitudes humanas que bajaban por Juan B. Justo, la Autopista, la Avenida General Paz y Rivadavia para confluir en el estadio.

De principio a fin, la fiesta fue puro fervor. Curiosamente, los medios periodísticos le dedicaron muy poco despliegue informativo al espectacular acto. Claro, estaban esperando alguna mancha para demonizar a los trabajadores y presentarlos como inadaptados y violentos. Pero una vez más se quedaron con las ganas. Para nosotros, trabajadores de SUTPA, fue un orgullo estar junto a los camioneros y su conductor.

 

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